jueves, 17 de abril de 2014

LAS SIETE PALABRAS DE JESÚS EN LA CRUZ


ENTENDAMOS: 
Toda la predicación y todas las enseñanzas de Jesús son la Buena Noticia de la salvación y nos guían y orientan en nuestra vida de creyentes. Del Evangelio, sin embargo, podríamos destacar algunos momentos especialmente significativos, como cuando Jesús nos enseñó la tan hermosa parábola del hijo pródigo, el padrenuestro o las bienaventuranzas, de las cuales se ha dicho que, aunque se perdiera todo lo demás del Evangelio, nos quedaría en ellas lo esencial del mismo. También el discurso de la Última Cena, antes de su pasión, considerado tantas veces como su testamento.
Sus mejores enseñanzas, sin embargo, el verdadero testamento de Jesús y donde extremó todas las reglas de la pedagogía fueron las palabras o frases que él dijo desde la cruz, porque fueron las últimas y porque, a las enseñanzas orales, unía el ejemplo y la vida, algo más convincente siempre que todas las palabras, por muy elocuentes que sean.
Por eso, bien puede decirse que la cruz es la verdadera y más auténtica cátedra de Jesús. No fueron largos discursos, ni elocuentes clases de teología o de vida cristiana, ni siquiera muchas palabras. En realidad fueron únicamente siete, pero de la más alta sabiduría, de la sabiduría de Dios. Ellas son un compendio maravilloso y vivencial de toda su doctrina, que es el Evangelio, esto es, la Buena Noticia de la salvación.
Jesús, la Palabra del Padre, está resumido en una sola palabra: AMOR. Se encarnó y se hizo hombre por amor. Y lo que enseñó siempre, de palabra y de obra, fue el amor, aunque, como hermosamente dice san Pablo de la Cruz, “la obra más grande y maravillosa del amor de Dios es la pasión de Jesús”.

No hay comentarios: